El profesor, Enrique Cuenca, hace una reflexión y propuesta sobre la necesidad de trabajar en nuestro Centro el tema del ruido en los Centros escolares.
La
administración municipal lleva meses promoviendo campañas destinadas a atenuar el
mucho ruido que perturba la vida ciudadana y peor aún, el sueño reparador que necesitamos todos para
rendir en las horas de vigilia.
Nuestro
instituto ha querido sumarse a estos aires cívicos y, haciendo uso de pegatinas,
folletos y talleres que nos ha suministrado el propio ayuntamiento, destinados en
principio a los cursos primeros, hemos perfilado un plan de trabajo a largo plazo, con otras
actuaciones originales nuestras.
De
este modo, un grupo de estudiantes, ha elaborado un trabajo riguroso sobre la
contaminación acústica en nuestras dependencias; los tutores disponen de este trabajo
voluntarioso, así como de otro material audiovisual para su distribución y estudio; hay un sonómetro con formato de semáforo para
valorar el ruido en nuestras aulas, a disposición de todos nosotros; y otras actividades que tendrán continuidad
el año próximo. Pero sobre todo, vamos a
contribuir a emitir menos ruidos innecesarios y a aprender a modular la voz
cuando hablamos.
Seguro
que nuestro instituto será un lugar mucho más habitable, donde estaremos bajo el paraguas del confort acústico, que es
como se llama a la cantidad de ruido aceptable para hablar cómodamente,
expresar nuestras necesidades y emociones, asimilar los conocimientos impartidos y, en definitiva,
ser mejores ciudadanos, educados y desenvueltos, que es el fin último
de nuestro paso por estos años de
formación.
Con tal finalidad se comienza a trabajar con talleres dentro del Centro, impartidos por técnicos del Ayuntamiento, dirigidos al alumnado de 1º ESO.
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